jueves, 29 de abril de 2010

La garra guaraní

En lo destacado de la semana decidí escoger una entrevista que hizo Observa a los últimos integrantes de la descendencia Guaraní en Uruguay . Es más que interesante este testimonio ya que la UNESCO acaba de reconocer los riesgos que existe de que se pierda esta lengua que se habla cada vez menos en Paraguay.



Fuente: Observa

miércoles, 28 de abril de 2010

Estrcutura de "Cuando la pasión traspasa la razón"

Objteivo

La intención de este perfil es dar a conocer quién es este personaje que aparece "robando" cámaras mientras los jugadores o técnicos de Peñarol dan notas a los medios. Una historia de vida se esconde detrás de Walter: una historia de felicidades y tristezas.

Estructura

- Entrada.
-Título.
-Copete: mostrarlo en un partido común
- Presentación del tema: como se presenta Walter en su propia tarjeta.
-Niñez.
-Evolución hasta hoy en día.
-¿Por qué "el eterno agradecido"?
-De la persona al personaje.
- Su familia. Comparación de esta con Peñarol.
- Fama.
-Peñarol como isntitución.
-Cierre: show que realiza. Paralelismo con su forma de ser.

Material insertado

-Fotos
Walter Rodríguez, un eterno agradecido a Peñarol
Cuando la pasión traspasa la razón
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Walter Rodríguez hay miles en el Uruguay, registrados en Montevideo superan los 200. Pero Walter “el eterno agradecido” hay uno solo y es hincha de Peñarol. Domingo en la Platea América, la gente espera tranquila que comience el partido. Un hincha cincuentón se acerca hacia el banco de suplentes, parece que va a ver todo el partido desde allí. Con un pantalón negro, una remera amarilla con un corazón que parece decir algo, un gorro negro con una estrella amarilla; levanta unas manoplas y comienza a alentar: la acción se repite en la primera fecha, en la segunda, en la tercera…, en la novena. El partido termina y cada uno a su casa, pero parecería que alguien se quedó…


Uruguay es un país de tres millones de habitantes integrado por distintas fichas. Compuesto por todos los opuestos; existen los honestos y los corruptos, los humildes y los avaros, los solidarios y los egoístas, los activos y los perezosos, aquellos que quieren sobresalir de los que quieren ser más sumisos y prefieren reservarse. Si se une el primer epíteto de cada binomio mencionado anteriormente encontramos a Walter Rodríguez.

“Aunque la vida te castigue no dejes de luchar, persevera y triunfarás. Un manya no se doblega ante nada ni nadie, ¡Fuerza Peñarol!” Esa es su frase en la tarjeta de presentación que entrega, junto con una manopla, a quien le va a hacer la entrevista. Walter es su segundo nombre, el primero es “Amigo para siempre”. “Amistad” detrás de la tarjeta en una dedicatoria especial para el entrevistador: “de un amigo para siempre, Walter”. “Amistad” en la manopla obsequiada, con la misma dedicatoria que en la tarjeta. “Amistad” en cada respuesta de la entrevista. “Amistad” en la vida.

Con nueve años, Walter se sintió mucho más poderoso que otros niños de su edad. Tuvo que salir a la calle a buscar la comida de todos los días. De niño vivió muy cerca de donde concentraba Peñarol, en Las Acacias. Fue de allí que tuvo sus primeros contactos con los jugadores, dado que estos iban a pie y siempre se cruzaban con el pequeño Walter que andaba por la zona.

“Tenía 10 años y yo iba (a Las Acacias) a buscar las pelotas que caían por arriba del tejido para llevárnoslas con mi hermano en una bicicleta. Pepe Sasía, que pasaba por la puerta del conventillo donde vivíamos nosotros, le decía a mi padre `hoy te mando una pelota´. Entonces Pepe le pegaba de abajo y la tiraba por encima del tejido. Bela Guttman siempre le decía: `pepe no pega pelota abajo, no ve que gurí roba pelota´. En eso que nos cae la pelota, el canario Maidana nos siguió corriendo un kilómetro para recuperarla. Teníamos un cagazo que nadie se imagina, después le dije a mi viejo que no iba a ir nunca más y así lo hicimos. El canario cuidaba más la pelota que al arco, era el golero de Peñarol de ese entonces… campeón y todo”.

Con más de 50 años sus arrugas narran diferentes anécdotas. Ha vivido la época gloriosa del equipo pero también ha pasado por los tragos más amargos.

Hoy se siente totalmente diferente a los tiempos de su juventud pero por una cuestión de contexto social: “cuando yo era joven habían otros códigos otra vida, los muchachos eran sanos, la juventud era distinta. Lo que había era vino, no tomábamos otra bebida. No había otras mercas como hoy, otras drogas, cambió totalmente la vida de todos. Walter no está ajeno a la inseguridad que afronta la sociedad de hoy en día: “el problema no está en el fútbol (como le quieren echar la culpa), el problema radica en la sociedad. Hoy si vos mandas a un botija con unos championes que le dicen “bases” de 4.000, 5000 pesos le cortan los pies igual, antes no era así”.

Walter: “el eterno agradecido”

De lunes a viernes se levanta a las 4.40 AM e ingresa al trabajo a las 6.00 AM. Cumple funciones hasta el mediodía. Eso sí, después aprovecha la tarde para descansar y hacer gimnasia. Fue gracias al ex-presidente de Peñarol, hoy difunto, el contador José Pedro Damiani que consiguió un puesto dentro del Banco República (BROU). “Eterno agradecido porque nací, comí y fui creciendo con Peñarol, conozco a los jugadores; es por eso que termino siendo un hombre de Peñarol. Una de las razones por la que el contador termina siendo amigo mío es que el me da el trabajo que hoy tengo”.

¿Cómo hiciste para llegar a vincularte con el contador Damiani?
“Tiene una historia de vida espectacular, para mí un hombre fuera de serie” Para Walter en la vida uno se puede encontrar con personas que tienen universidad y escuela. Walter se define como una persona que tiene escuela en cambio al contador lo cataloga dentro de aquellos que tienen ambas: escuela y universidad. “Te daba continuamente consejos positivos, eso me sirvió de mucho en la vida para seguir creciendo como hombre, como padre.” Tuvo al contador como un verdadero amigo; es por esta razón, que sufrió mucho cuando falleció. Siempre le estuvo agradecido por todo lo que le brindó y ayudó. Una de la manera de retribuírselo es hacer lo que ahora hace, expresar el agradecimiento en público.

¿Qué significa para usted la amistad?
La amistad representa algo muy importante en la vida de este hincha carbonero. Fueron los amigos quienes estuvieron en los momentos más duros y difíciles de Walter: “yo choco un taxi en el año 2000 y se me bloquea una arteria, quedo en coma por dos o tres meses y es Julio Ribas quien me hace destapar esa arteria. Llegando a mi casa, junto con Pablo Bengoechea y el Vasco Aguirregaray, después de un clásico que habíamos perdido, me empieza a gritar con el temperamento de él y ahí abro los ojos y digo: `Julio´; en ese instante mi señora llama al neurocirujano y yo empiezo a caminar”. Walter tiene a Julio Ribas como un amigo de su vida. Lo acompañó en la recordada campaña de Bella Vista cuando ascendió a la A y vendió a nueve jugadores, salvándose económicamente también. Luego estuvieron separados y Walter vuelve a Julio cuando este último toma el mando de Juventud de las Piedras, equipo que gracias a la gestión del técnico ascendió a la primera división.

Con emoción y muchos silencios recuerda la actuación de sus amigos en un momento complicado: “El año pasado (2009) se me accidentó un hijo y yo estaba muy mal. Necesitaba a esos técnicos que levantan cualquier piedra del piso y me acordé de tres amigos y los llamé: Gregorio Pérez, Julio Ribas y Mario Saralegui. A mi hijo le cortaban la pierna, la perdía. Ningún padre está preparado para perder un hijo pero ellos fueron al sanatorio de la Médica y me levantaron el bajón. Mi hijo salvó la pierna, salvó la cangrena, salvó su vida. Tenés que creer o reventar, en la vida tenés amigos…” la emoción corta la respuesta.

Reconoce que fueron sus amigos quienes lo salvaron. Walter tiene amigo de todos los colores, niveles sociales y camisetas. “Yo tengo amigos de Nacional. Porque como decía el contador Damiani: `Es necesario tener amigos de Nacional, porque Peñarol sin Nacional no sirve y viceversa´ y no interpretar que por ser hincha de Nacional no es amigo; sino todo lo contrario, puede tranquilamente serlo. Mañana cuando él necesite sangre yo se la doy y viceversa, no tengas duda”.

El personaje imbatible

Un personaje que genera distintos tipos de sensaciones dada su extravagancia. Con su estilo particular, repite la misma indumentaria para cada cotejo de su equipo: un gorro cuyos colores alguna vez fueron amarillo y negro, una remera agradeciendo al manya como si le rindiese algún tipo de culto, guantes inflables en unas manos que nunca deja que se vean durante el partido, un pantalón descocido que no pierde la esencia (hacer juego con todo el equipo de Peñarol) y lo único que cambia para cada partido: sus zapatillas.

Del ambiente futbolístico, ¿quién no lo ha visto; detrás de los técnicos o jugadores, agitando sus manoplas o marcando acto de presencia cuando dan notas a los medios? ¿A quién no le ha generado intriga saber cuál es la razón que lleva a esa persona a estar ahí?

Walter reconoce que es un personaje y que no va a morir nunca. A pesar de que lo hayan querido matar en un momento y que haya gente que le tenga envidia.

¿Cómo hizo Walter para que no mataran al personaje?
“Creo en mi poder de convicción, después no existe nada. Yo creo en mí. Ahora estoy haciendo lo que a mí me gusta. Si querés ser algo en la vida tenés que ser perseverante y no tener miedo a nada. Por mi formación de vida nací sin miedo. Pero la muerte está en cada esquina”.

Nadie conoce a Walter Rodríguez. Con ese nombre hay cientos en el Uruguay. Ahora si se menciona Walter “el eterno agradecido” o si se es más específico y se dice el hincha que aparece detrás de los técnicos, aquella mente futbolera piensa en una persona o más precisamente un personaje.

¿Alguna vez te despegas del personaje?
“Trato de andar con él todo el día, por eso ando con un gorro con una estrella excepto cuando voy al banco a trabajar que tuve un problemita por usarlo. No me di cuenta e hice algo que no debía y me salí del reglamento del banco y bueno… me hicieron ver que arriesgaba determinadas cosas pero quedó todo bien”.
Walter no sólo abarcó al fútbol sino también se desplegó por otras esferas del ámbito público. De esta manera, podemos encontrarlo corriendo la 10 K de Nike, en las domas o saliendo en algún grupo lubolo (Sarabanda). Su objetivo para el 2011 es incorporar al personaje dentro del ciclismo: “hablé con un amigo, Washington Bello, que es el secretario de la confederación y aún estamos madurando la idea”.

“Dejo cumpleaños, dejo lo que sea, porque tengo que estar con Peñarol”

Para muchos la familia es algo sagrado. Para Walter también lo es. Pero Peñarol forma parte de su familia: fue el club que le dio de comer, que lo agasajó en los momentos más difíciles, que lo hizo ser persona, que lo hizo ser “El Walter”.

¿Priorizas un clásico antes que una fiesta familiar?

“Según. Por ejemplo el sábado que viene (24/4) es el cumpleaños de mi nieto, cumple tres años. Como sé que Peñarol ya ganó este torneo Clausura voy a ir a su cumpleaños en Maldonado. En este caso priorizo el cumpleaños, pero si sé que el club se está jugando algo muy fuerte dejo cumpleaños, dejo lo que sea, porque tengo que estar ahí. Si no estoy yo no es lo mismo… Hace poco era el cumpleaños de mi nieta y mi hijo, y jugaba Peñarol un partido muy importante. Incluso tenía otro cumpleaños que era el de un hincha carbonero al que me había comprometido previamente. Tuve que ir al partido venir de este para estar en el cumpleaños de mi nieta e hijo.

El hecho de que Uruguay sea un país futbolero hace que Walter sea reconocido y famoso. A él le gusta figurar. El partido comienza a las 16, Walter está desde las 13.30, no fuera cosa de que alguien se quede sin sacarse una foto con él. Walter cobró gran relevancia en 1999 de la mano o en la espalda de Julio Ribas.

¿Cómo te llevas con la fama?
“Soy conciente de que soy famoso. Dentro de la fama tenés lo bueno y lo malo. Es por esta razón que hay que ser profesional y saber que a algunas personas no les gusta, de ahí que viene el agravio. Pero cuando me ofenden yo hago oídos sordos y no me interesa. Yo paro en este club (el Peturrepe). Acá hay gente de todos los clubes y sin embargo el trato es totalmente espectacular”.

¿Tu familia entiende este fanatismo?

“Totalmente, llevo 39 años de casado. Mis dos hijos se crearon con esto. Incluso llegaron a ser mascotitas de Peñarol. Tengo fotos de ellos con los jugadores en la cancha. Incluso uno de ellos se encarga del club de fans que tengo en Facebook. Mi nieta colecciona las medallas que nos dan, todos los domingos, después de correr los 10 km.

¿Qué les diría a las personas que critican este personaje?
“Cada uno es arquitecto de su propio destino, nadie es perfecto. Cualquier persona está dentro de sus parámetros de criticar o no. Si considera que tiene que hacerlo que lo lleve a cabo no más, a mí eso no me preocupa tanto. Como decía el contador Damiani: `Yo no soy una medallita de oro para que todo el mundo me puedan querer ´.

Rodrigo Romano, periodista deportivo, manifiesta que Walter estaría mejor visto si tuviese menos exposición. “Él ya es así; aporta color, alegría y corazón a lo que siente por Peñarol”. Explica que se ha convertido en un distintivo dentro de la hinchada carbonera a pesar de no estar dentro de la barra. Coincide con Darío Rodríguez en cuanto a la primera vez que lo vieron: “allá por 1999, cuando Ribas era el técnico”.

“La gente me conoce mucho más a mí que a los actuales dirigentes”

Si bien ya es como un símbolo no ocupa ningún cargo formal dentro de la institución. Tampoco forma parte de la “barra” de Peñarol. Dentro del Estadio Centenario, se lo puede ubicar delante de la primera fila en la Platea América, detrás del banco de suplentes.

¿Cómo te llevas con la hinchada de Peñarol?
“Espectacular. La más grande del mundo”.

¿Cómo es tu relación con Juan Pedro Damiani?
“Normal, ni buena ni mala. No se lo puede comparar con el contador porque son generaciones diferentes”.

¿Cómo es el trato con el resto de la comisión directiva?
“Bien. Todos los dirigentes me conocen a mí. Sin embargo, yo no conozco a todos ellos. Sé quienes son cada uno pero llevo 40 años en Peñarol y ellos no alcanzan esta cantidad de años en la institución. La gente me conoce mucho más a mí que a los actuales dirigentes. Muy poco conocen a los que son los actuales delegados de Peñarol. Les cae muy mal, a ellos, que sea un personaje y que sea mucho más que conocido que ellos, el mismo Juan Pedro me ha reconocido esto último”.

¿Cómo fue tu relación con los distintos técnicos que fueron pasaron por la institución?
“Buena. Con unos tuve mejor relación que con otros. Lo mismo con los jugadores, con unos menos, con otros más pero la relación siempre es buena porque yo voy a ser siempre hincha de Peñarol y voy a querer que al club gane todo y tenga todo. Más darle para adelante siempre, en las buenas y en las malas. Hace siete años que Peñarol no gana nada y siempre acompañé. En general, los técnicos que han pasado por Peñarol han sido buena gente, a no ser Matosas que era un poco engreído, tenía mucho ego y vos lo que tenés que tener es humildad si perdés la humildad estás liquidado”.

Uno de los jugadores referentes, Darío Rodriguez, reconoce que nunca tuvo relación con él. Pero más allá de eso no le incomoda su constante presencia detrás de ellos. “Es un hincha de Peñarol y lo expresa de esa forma como hay tantos, se hizo conocido por el hecho de que siempre sale en cámara pero todos sabemos que cuadro es hincha y ese es su objetivo”.

El árbol de la vida

Dentro de las actividades que desarrolla Walter está El árbol de la vida, un show que lleva a cabo con El Salado. Este sería un semejante pero del lado contrario: el personaje hincha de Nacional. Guionado por Walter, la temática gira en torno a la No Violencia pero sin dejar atrás la ironía. Cada personaje tiene su monólogo en donde pueden mencionar todos los laureles de su respectivo equipo menospreciando al rival. Quien ingresa primero es El Salado, luego sigue Walter con su humor: “yo soy el árbol de la vida, Pinocho como mentís” (haciendo alusión a lo que dijo El Salado anteriormente). El humor y la picardía están presentes a lo largo del show. La música acompaña tanto los monólogos como en el desenlace.
El show termina con la canción de Pimpinela “La Familia”. Se produce un abrazo entre Walter y El salado y el primero culmina diciendo: “así tendría que ser el Uruguay: hermanado, sin pelearnos y querernos todos porque todos tenemos hijos y nietos y nadie quiere lo peor para ellos”.

domingo, 18 de abril de 2010

Desde adentro


Este es un interesante reportaje que cuenta desde adentro cómo se vivió en el campo de tortura de Auschwitz. No todos los días tenemos testimonios tan ricos, es por ese motivo que la escojo como el destacado de la semana.
Nota: El País, Uruguay

sábado, 17 de abril de 2010

Títulos y copetes

Luego de 20 años de la escandalosa publicación de Versos satánicos
“Es un alivio que por fin se hable del libro que escribí, no de una entelequia”

Luego de varios años de controversia y persecución, Salman Rushdie, reconoce que la gente tomó a Versos satánicos como un panfleto, no considerándola novela; hecho por el cual lo acusaron de blasfemo. Asimismo, revela que recién ahora se toma su obra como lo que es: una obra literaria, una novela. Ni la fetua ha impedido que Rushdie siga con lo que más le apasiona: escribir.


Una dulce amenaza para España
Una adolescente causa debate sobre la imputabilidad de menores

¿Qué tanto problema puede generar una niña de 14 años con tez pálida, sudadera rosa, cabello recogido con trenza, calladita y que despierta un aire inteligente? Ella es Nadia, es rumana y ha sido arrestada 120 veces. Pero siempre ha logrado escaparse para volver a delinquir. Más que un estorbo para la Policía madrileña se ha convertido en un verdadero dilema para España, en donde se ha despertado un debate: la imputabilidad de los menores de 14.

Rebelde con causa
Rosario Flores trata de destacarse como artista independizándose del nombre de su madre

Ser hija de Lola Flores no debe ser fácil. Distinguirse por tener un talento siendo la hija de Lola Flores, implica una tarea más complicada aún. Hoy en día se destaca como una artista; pero para llegar a lo que es en el presente ha recorrido un largo camino introduciéndose en diferentes disciplinas desde el cine hasta la música, desde Almodóvar hasta Caetano Veloso. Para dejar de ser la “hija de” tuvo que destacarse y cortar con ciertas reglas desde su juventud.

martes, 13 de abril de 2010

El fútbol antes que su vida



“A este tipo lo conozco de algún lado” se escucha del seno de un grupo de jóvenes que pasaban por la conocida Galería del Virrey. “Sí, es él, el Walter”. Para más de medio país mencionar al Walter es sinónimo de decir: el hincha de Peñarol que aparece `robando cámaras ´ detrás de los técnicos.


Un personaje que genera distintos tipos de sensaciones dada su extravagancia. Con su estilo particular, repite la misma indumentaria para cada cotejo de su equipo: un gorro cuyos colores alguna vez fueron amarillo y negro, una remera agradeciendo al manya como si le rindiese algún tipo de culto, guantes inflables en unas manos que nunca dejó que se vieran, un pantalón descocido que no pierde la esencia (hacer juego con todo el equipo de Peñarol) y lo único que cambia para cada partido: sus zapatillas. Con más de 50 años sus arrugas narran diferentes anécdotas. Ha vivido la época gloriosa del equipo pero también ha pasado por los tragos más amargos.


Su vida transcurrió de manera paralela a la de un cuadro de fútbol. En los momentos familiares que fueron difíciles encontró un desahogo en el Estadio Centenario, pero allí también encontró su pareja: el fútbol.