miércoles, 9 de junio de 2010

Bacterias desconocidas pueden cambiar el mundo

Estudios uruguayos podrían dar un nuevo aporte al desarrollo del biocombustible



Diferentes al preconcepto que se tiene sobre ellas, las bacterias tienen una función en el mundo que le podría ser bastante útil al hombre. Así lo afirma el científico uruguayo Francisco Noya, quien disertó en el TEDx Montevideo sobre los grandes provechos que se le puede sacar a este micro-organismo: desde mejoras en la salud hasta el desarrollo de biocombustibles que puede sustituir al petróleo.

Francisco Noya es doctor en Bioquímica y Genética Molecular e investigador del Clemente Estable. Actualmente, se encuentra investigando como aprovechar las bacterias a partir de la degradación de biomasa vegetal, con el objetivp obtener nuevos biocombustibles renovables. Estas investigaciones tendrían como fruto una nueva fuente de combustible; pero como todo aquí en Uruguay: el proceso no fue sencillo.

En su exposición del TEDx, Noya comienza por señalar cuál es el principla problema del Uruguay: la dependencia del petróleo. A esto se le suma la contaminación permanente que implica la utilización de dicho tipo de combustible. Entonces se pensó, desde el Instituto Clemente Estable, en utilizar los desechos que contengan celulosa (chips de madera, corteza de árboles, paja de trigo o incluso los propios residuos domiciliarios como el papel o cartón).

La bacteria cobra protagonismo en el momento de la conversión de los desechos en biocombustibles (etanol, bioetanol). “Queríamos tomar la celulosa, agregarle las bacterias y liberar los azúcares que componen la celulosa para utilizar, estos últimos, en la alimentación de levaduras que en definitiva serán un bioetanol”.

El proceso

En su disertación, Noya da cuenta de dos grupos de animales que sirven para degradar la celulosa: un primer grupo, conformado por los rumianes. Ellos contienen un aparato digestivo (intestino) especializado. El pasto lo procesan y lo degradan. Y un segundo grupo conformado por las famosas termitas. Estos insectos son más que importantes ya que procesan madera por lo que su intestino servirá de pieza clave para la investigación.

Los investigadores del Clemente llegan a juntar 300 termitas, luego la muelen y separan las bacterias intestinales del cuerpo de las termitas. “Extraemos el ADN y lo ponemos en la cepa de laboratorio que no tiene capacidad de degradar celulosa y así, luego, introducimos el material genético de la termita en estas cepas”. Se arman colecciones de cepas distintas con ADN genómico de otras bacterias también.

Luego, estos investigadores buscan en las colecciones de aquellas cepas que tengan actividades que les interesan (que estén degradando celulosa en este caso). A ellos le interesan aquellas bacterias que puedan degradar la celulosa, a partir de esta se harán experimentos. Por último se incorpora, en esta bacteria, un fragmento extraído del intestino de la termina que reaccionó ante la celulosa que terminará recombinándose con el ADN.

Proceso industrial

Una vez que se tiene las cepas la podrán hacer crecer a nivel industrial. Al incubar la celulosa (por ejemplo el papel) con estas cepas bacterianas se van a liberar azúcares que pueden ser utilizados. Esta liberación de azúcares se produce gracias la inserción de las bacterias en un reactor; luego las bacterias liberarán las azúcares y de ahí pasaría a otro reactor.

Es un proceso largo y se tiene que tener muchas precauciones a nivel molecular. El micro-organismo (la bacteria) tiene que cumplir con los siguientes requerimientos: tiene que ser robusto, barato de producirse y debe resistir la temperatura del proceso industrial.


Investigar en Uruguay, un desafío

Al preguntar por el apoyo que reciben las investigaciones científicas en Uruguay Noya se mostró con desentusiasmo: “no tenemos apoyo de la industria. Espero que ANCAP mire un poco más allá de los dos meses. Lo que hay que reconocer es que han invertido en investigaciones y desarrollo de problemas que ellos mismos tienen. Son dos millones de dólares que han invertido en problemas específicos sin atender el futuro".

domingo, 6 de junio de 2010

Sapo del mismo pozo


¿Hasta qué punto un conflicto estatal altera la vida de las personas? Tolerancia, pluralidad y respeto son palabras que no se suele usar cuando se habla entre palestinos e israelíes. Cuánta rabia puede haber entre personas de diferente orígen. Qué se gana maltratando al prójimo si al fin de cuentas somos todos sapos del mismo pozo...

La siguiente entrevista muestra como una diputada propalestina es atacada por defender intereses de su país de orígen en suelo israelí.

Nota y foto extraída de El País